¿Rentar una oficina o convertir una casa en oficina?

¿Rentar una oficina o convertir una casa en oficina?

junio 19, 2019 Desactivado Por B4B

En numerosas ocasiones, los emprendedores nos preguntamos si es realmente necesario el tener una oficina 100% habilitada para la ocasión. En nuestras mentes, muchas veces la respuesta es que no, que rentemos una casa y la adaptemos para algún uso en específico; incluso pensamos que podremos encontrar dentro de la comunidad de emprendedores, a alguna otra empresa que nos ayude compartiendo los gastos.

Pero lo que realmente no nos ponemos a pensar, es que una oficina debería ser cómoda y estar adaptada a todas las necesidades que tenga nuestra empresa, eso sin dejar atrás que podría costarnos una fortuna.

Al convertir una casa en una oficina, normalmente pensamos que con un escritorio, una silla e internet nos va a ser suficiente; la realidad es un tanto diferente.

Para montar una oficina, necesitamos pensar en el mobiliario, una línea telefónica e internet, computadoras, archiveros, la locación de nuestra oficina, habilitar una pequeña sala de juntas, un recibidor y eso, añadido a los costos de instalación que tendremos al rentar la casa, contratar un recepcionista y los cargos mensuales de luz y agua, vigilancia, limpieza, e insumos que necesitaremos mes a mes; aumentando el presupuesto que tenemos y llegando a rondar los $10,000 pesos mensuales.

Por muy extraño que parece, normalmente la mejor opción que nunca va a pasar por nuestra mente es rentar un espacio destinado y construido particularmente para ese fin. Hoy en día, existen opciones muy económicas y accesibles que dependen del número de colaboradores que tengamos en nuestra empresa.

Justo aquí, es donde empiezan a surgir las inquietudes entre conseguir un espacio propio, o utilizar uno destinado a lo que necesitamos. Realmente, la inversión mensual no llega a variar mucho, pero la carta de presentación que tendrá tu negocio para con tus clientes será un verdadero aumento en relación a que los recibas en una casa.

¿Tú qué prefieres?